Tras la eclosión del movimiento 15-M, los debates sobre la construcción de modelos alternativos de organización social se han convertido en una actividad casi cotidiana. Las experiencias de las acampadas, asambleas de barrio, espacios okupados y proyectos autogestionados han generado un salto cualitativo en los movimientos sociales, permitiendo que amplios sectores de la población participen activamente en los debates políticos de base. A día de hoy son muchas las personas familiarizadas con conceptos como asamblea y autogestión, las que utilizan las redes sociales como instrumentos de movilización, o las que comprueban cómo sus conversaciones cotidianas giran en torno a asuntos de carácter económico y político.
En buena medida, para reapropiarnos de la política y devolverla a las calles hemos creado un nuevo lenguaje. Los discursos tradicionales de la izquierda, anclados en los siglos XIX y XX, se nos antojaban como sombras distantes y acartonadas, incapaces de captar la vitalidad que emergía de las plazas. El carácter inclusivo y heterogéneo del movimiento nos empujó a primar la ciudadanía sobre la clase social, la re-evolution sobre la Revolución, el genocidio financiero sobre el capitalismo o la democracia real sobre el poder popular. Estos conceptos fueron esenciales para articular una oleada de movilizaciones que, partiendo de una gran diversidad, dieron lugar a la red que conformamos en la actualidad. Nos construimos en torno a aquello que nos unía, primando las experiencias y los sentimientos comunes, dejando de lado aquellas ideologías que parecían abocarnos a viejas pugnas fratricidas.
Tras dos años de lucha, sin embargo, creemos que ha llegado el momento de hacer balance y mirar al futuro. La crisis capitalista nos ha devuelto, a golpe de bofetada, algunas de las certezas que creíamos superadas. El desempleo y las llamadas medidas de austeridad nos hacen darnos de bruces con la naturaleza clasista del sistema. La confianza en las reformas graduales (ley electoral, democracia participativa, ILP) se derrumba a medida que descubrimos el verdadero rostro del Estado y sufrimos en nuestras carnes su violencia. La certeza de que el mundo no se cambia saliendo a las calles durante quince días nos hace comprender que nos enfrentamos a una lucha larga, de desgaste, similar a la emprendida en otras coyunturas cruciales por las generaciones anteriores.
Por todo ello, desde el CSOA La Morada lanzamos un proyecto de jornadas-taller, concebidas como un espacio de reflexión, debate y estudio que nos permita comprender el pasado para transformar el presente. Nos une la voluntad de conocer la historia de las luchas sociales, las ideas políticas y las alternativas al capitalismo, para enfrentarnos con perspectiva al momento actual. No pretendemos dar ni recibir lecciones, sino aprender colectivamente con la ayuda de textos, material audiovisual y las opiniones de quienes han participado o conocen determinados episodios de nuestra historia. Pretendemos explorar las victorias y los fracasos, las experiencias e ideas, de quienes se han emprendido antes que nosotros el camino de la transformación social. Partiendo de la experiencia piloto que tendrá lugar el 28 de junio, la temática y la dinámica de las sesiones responderán al interés de los participantes. Queremos juntarnos para descubrir aquellas cuestiones que despierten una curiosidad común, decidir cómo abordarlas, lanzarnos a conocerlas y debatir sobre su impacto sobre nuestras luchas cotidianas. Desde la autogestión al ecologismo, el movimiento obrero y el feminismo, la II República o la Transición, exploraremos momentos, corrientes y conflictos esenciales para entender lo que somos hoy y decidir cómo queremos construir el mañana.
Frente a la sucesión vertiginosa de acciones, asambleas y manifestaciones; frente a una realidad frenética que impone su ritmo y ahoga el espacio para la reflexión; queremos detenernos, respirar y plantearnos qué queremos ser.
¿Te apuntas?
Jornadas-Taller CSOA La Morada 